El cumplimiento del plan de campo es fundamental para el éxito de un negocio agrícola. Cuánto y cuándo regar, cuánto podar, qué cantidad de fertilizantes usar, stock en bodega, dónde hacer inspecciones, las horas trabajadas; todas estas y muchas otras actividades deben realizarse en el momento y de la manera precisa para lograr los resultados esperados.

 

Sin digitalización, controlar la correcta ejecución de este plan es solo una ilusión. Por ello, en los últimos años se ha desarrollado AGRI, un software especializado para almacenar y medir información sobre estas variables y actividades, permitiendo a los agricultores monitorear de cerca el cumplimiento de sus hitos en sus campos.

 

Es evidente que la transformación digital de la agricultura genera grandes beneficios, no solo para los productores agrícolas, sino también para los consumidores y para toda la cadena de suministros de alimentos. Sin embargo, para una correcta digitalización se requiere de una estrategia bien definida.

 

Para Eduardo Luengo, Administrador General de Agrícola La Chimba, considera importante medir en tiempo real la calidad de la cosecha, las tareas realizadas y la trazabilidad de producción para que se puedan tomar acciones correctivas inmediatas. Sin este control digital, el trabajo agrícola se deja al azar elevando el riesgo de un año perdido en el negocio.

 

Ubicados en Ovalle, cuarta región de Chile, Agrícola La Chimba es nuestro invitado en esta ocasión para hablar sobre la importancia de la digitalización en la agricultura. Con más de 100 hectáreas de cultivo de mandarinas, este campo ha destacado por la implementación de tecnología en sus actividades diarias. “La realidad es que el proceso de transformación digital de los campos agrícolas no es un proyecto fácil de ejecutar, supone romper con tradiciones y fórmulas que han funcionado por décadas y en algunos casos por siglos. Priorizar la adopción tecnológica entre la interminable lista de actividades que debe realizar el agricultor durante una campaña, requiere de un compromiso de toda la organización – empezando por los líderes de los campos”, precisa Eduardo Luengo.

 

Capitalizar herramientas digitales cotidianas implica aprovechar, por ejemplo, los celulares inteligentes como vehículos de información y comunicación entre los actores de la cadena de producción agrícola. Una herramienta como lo es AGRI permite la consulta de información y la lectura de datos, sin importar que sean extensiones grandes o pequeñas y almacenadas con seguridad en la nube.

 

“Hoy, la gran mayoría de trabajadores del campo cuentan con teléfonos inteligentes lo que permite implementar tecnología en nuestras tareas cotidianas. AGRI es una herramienta sencilla que entrega información precisa, rápida y oportuna. En nuestro caso la Gerencia se encuentra una parte en España y otra en Santiago de Chile lo que hace que muchas veces se soliciten informes de manera inmediata. Todo lo obtengo con el software; no requiere de dos o tres días de trabajo de recolección de datos. Desde mi celular puedo revisar los centros de costos, comparar presupuestos o bajar información que se encuentra almacenada en la nube… Facilita el trabajo sin duda”, menciona Eduardo.

 

Mayor eficiencia, eficacia y productividad. Eso buscan los agricultores de América Latina, sobre todo en años que han estado marcados por una escasez de mano de obra y transformaciones climáticas. Eso ha motivado el nacimiento y crecimiento AGRI que, trabaja con tecnologías como Internet de las Cosas (IoT) e inteligencia artificial simplificando los diferentes procesos, desde que se planta un árbol hasta que la fruta cosechada arriba a destino final.  

 

“La plataforma entrega transparencia y es muy importante en el negocio agrícola, así como un equipo conectado con la digitalización. Mi equipo de trabajo no ha tenido problema al incorporarse al sistema AGRI, aunque todo depende de la capacidad de cada trabajador. Un poco más de esfuerzo fue para el equipo en terreno, por ejemplo, cuando entregaba una orden de aplicación en un comienzo no les gustaba leer el sistema, pero el equipo de asistencia y soporte  demostraron que era muy sencillo… Claro en un comienzo tiene mucha información pero de poco se dan cuenta que es lo mismo que hacían a mano y con el tiempo se fueron adaptando. Hoy estamos digitalizados”, manifiesta Eduardo Luengo.

 

La tecnología agrícola de AGRI apunta a ahorrar mucho tiempo y dinero en procesos. Cuenta con herramientas que pueden ayudar a mejorar la toma de decisiones y olvidarse de métodos centenarios, destacando la precisión y la transparencia en la entrega inmediata de data para pequeñas, medianas y grandes agrícolas. Además, hace que el monitoreo fitosanitario sea más preciso, con lo cual podemos luchar contra las plagas y la hierba mala en el momento en que comienzan a formarse. Esto es esencial para que las plantas se desarrollen de manera uniforme y la maduración de la cosecha sea homogénea.

 

Con la transformación digital AGRI, ya no es necesario dedicar tanto tiempo, energía y esfuerzo a tareas de monitoreo. Los sistemas automatizados se ocupan de hacernos saber cuándo es momento de intervenir. Incluso si estamos a kilómetros de distancia, podemos darle seguimiento al estado de nuestros cultivos en tiempo real gracias a la sincronización en la nube, configurar alarmas o SMS para avisarnos cuando una variable crítica esté fuera de rango, y acceder a reportes de gestión diarios. Esto disminuye la dependencia de mano de obra, con lo cual podemos invertir nuestro capital en maquinaria o tecnología.